‘El ruido alegre. Jazz en la BNE’ es el título que recibió el ciclo de conferencias y conciertos que la Biblioteca Nacional ofreció los meses de enero y febrero. Como las actividades siempre sobran pero el tiempo escasea, saqué tiempo para ir a uno de los conciertos. Concretamente fue el miércoles 13, presidido por el músico y compositor Pepe Rivero, acompañado de El negrón, Reinier Elizarde.
Pepe Rivero (mencionar que ha colaborado, entre muchos otros, con David Murray) es un cubano asentado en España desde comienzos de este siglo y cuyo disfrute de la música va más allá de un sentido propio. El entretenido rato que pasé en el auditorio fue gracias a la compenetración que pianista y contrabajista se traían entre manos. Y es que el disfrute estuvo presente. La música de Pepe gira en torno al gran Thelonius. De hecho, su nuevo proyecto ‘Monk & The Cuban Rumba’ es un doble CD con temas originales a quinteto y temas para big band en el que adapta la música del estadounidense a clave cubana. Un homenaje con todas sus letras.
El concierto comenzó con I miss you, tema en el que fusiona el estilo de Monk con el de Frank Emilio, sin olvidar el suyo propio, y cuyo producto final resulta muy agradable al oído. Bien seleccionado para asegurar el éxito del resto del concierto, que duró aproximadamente una hora y media. Ambos músicos interpretaron un solo y recurrieron además a temas míticos como La Polonesa de Chopin, que despertaron todavía más la sensibilidad del público. Ya se sabe lo que pasa con estas obras: cada uno tiene afincado en la memoria un recuerdo con su debido sentimiento.
Os dejo con uno de sus trabajos.
Y es que en Cuba lo que sobra, son buenos músicos.
Hace dos días fuimos a visitar el taller de un prestigioso pintor y escultor madrileño. Luis Gayá además de ser el dueño del emblemático edificio donde reside su taller, y que además alberga el Taller del Prado, es una persona de gestos amables y con un gran interés comunicativo en lo que respecta a pintura, dibujos y grabados. Está de más mencionar que es un gran dibujante, no hay más que ver su CV o los numerosos premios que le han concedido en la materia. Las vistas además son maravillosas.
No he ido a ARCO.
ARCO se ha lucido.
ARCO y sus fotocopiadoras.
ARCO censura creatividad (Merino p.e), pero broza, la que queráis.
He ido a ArtMadrid.
Cosas buenas y no tan buenas.
Como todo en esta vida (menos ARCO).
Soy extremista lo sé. A ver el año que viene que facemos.
<¿Por qué damos tanta importancia al arte? Los pobres respetan a los artistas porque es una forma honesta de salir del arroyo, usando su propio ser como medio. El dinero ganado es la prueba, pura y simple, del valor de ese individuo: el artista. Un cuadro que alguien pinta en la cárcel, y cuelga en la pared, prueba que la belleza es posible, incluso entre los más desdichados. Y esa es una idea muy distinta y mucho más caprichosa que la del arte como una estafa. Pero jamás podrías explicar a alguien que usa su don divino para esclavizar, que tú has utilizado ese don divino para ser libre.>
En Basquiat de Julian Schnabel. 1997
Hoy suena a Father John Misty:
Hollywood Forever Cemetery Sings –> http://open.spotify.com/track/5k4du9WtL6BjqYqZyIeb8y
La cuestión no es sólo coger las olas, sino mantenerse.
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